El Barrio Casas de Mar “Kilómetro 314” fue planificado desde sus inicios como un espacio familiar en armonía con la naturaleza y con un desarrollo sustentable a futuro.
El Doctor en Geología, Rubén López, brindó detalles del trabajo realizado desde el inicio del proyecto. “Desde el año 2010 que se empieza a gestar y planificar el barrio, se pensó como un lugar de poca ocupación, de vivienda unifamiliar, en amplios lotes, con baja ocupación del territorio, con calles de tierra, manteniendo en lo posible todo lo que es el relieve y la topografía natural del lugar, con el objetivo de mantener la fluctuación del agua, de que las dunas sigan abasteciendo de arena a la playa”, explicó.
A esto le sumó: “El barrio se pensó sin calles que lleguen a la playa para que no desagote en la playa y veamos los problemas que cotidianamente ocurren en otros balnearios. Hay zonas de recepción de agua para que filtre y mantenga lo mejor posible este acuífero”.
“Además se hizo una planificación muy ardua del espacio costero cercano a la playa. Hay más de 150 metros de dunas vírgenes que es el fuerte de la parte ambiental. Otro punto de vista que se tuvo fue no implantar en el predio condiciones que no son naturales, mantener las condiciones que caracterizan al Partido de La Costa y sólo dejar forestación implantada para las zonas peatonales”, agregó.
Más allá de esto, el espacio requiere de un trabajo diario de supervisión para mantener las condiciones naturales. Santiago López es el encargado de esta labor y señaló: “Hay que llevar adelante un análisis constante de qué va a pasar con el clima. El viento puede acumular arena para reconstruir o proteger una duna o puede arruinar el trabajo de años si uno no controla el efecto fue dando el movimiento del viento”.
“En 2010 se hizo un enquinchado en el frente donde generó una duna que luego hubo que proteger. Se fue revegentando el médano y eso dio resultado con el correr de los años”, puntualizó.
