Ariel Pérez comenzó el camino en 2008 y tuvo su punto cumbre en el escenario del Festival de Laborde cuando el locutor lo nombró en lo más alto del podio. “Antes zapateaba en los Festivales porque me gustaba. No conocía el festival del Malambo. Conocía Cosquín por televisión. Pero siempre participaba en los festivales que se hacían en la región”, relató Pérez.
A raíz de esas competencias, “los jurados veían algo por ahí y me dijeron que me presentara para Laborde. Me preparé todo el 2009 como para competir en 2010, en 2010 para competir en el 2011 y en 2011 para 2012, pero no me fue como esperaba. Entonces decidí presentarme para Cosquín como representante de Santa Teresita. Fui a Cosquín, me di el lujo de zapatear de forma individual que nunca había podido ir. Después me preparé para Laborde 2013, ahí me tocó salir sub capeón argentino de Malambo y ya quedé automáticamente clasificado para 2014, y bueno ahí salí campeón”, comentó el flamante y dedicado campeón.
El sacrificio y el esfuerzo forjaron el espíritu del bailarín a quien el triunfo no sorprendió. “Desde que empecé a preparar me levantaba pensando en el campeonato de Malambo. Durante 5 años. Cuando me nombran campeón, lo viví frío porque ya sentía que iba a salir campeón. Estaba más maduro y sabía las posibilidades que tenía. Sabía lo que tenía que hacer para salir campeón. Pero estaba super alegre, me shockeó saber que, esta vez, la copa era para mí”
La vuelta a La Costa lo encontró entre familiares y amigos y una comunidad orgullosa de sus logros. “Cuando entré en Santa fue muy emocionante. Encontré mucha gente que uno se olvida que tiene al lado. Me tocó pasar por la 32 y ver a toda la misma gente que me veía correr y entrenar, pero esta vez, con la copa”, culminó orgulloso.