Todo habría sucedido en el marco de un aparente intento de asalto, pero esa hipótesis ahora es parte de la investigación y no se descarta que el móvil pudiera estar vinculado con la labor profesional de la víctima, publicó el diario La Capital.
Canale de 52 años era el titular de la Ayudantía Fiscal de General Madariaga, oficina dependiente de la fiscalía descentralizada de Pinamar, del Departamento Judicial Dolores, y había trabajado en un caso resonante: la investigación del asesinato del joven marplatense Damián Sepúlveda, ocurrido en la comisaría de Madariaga.
El crimen
Versiones confirmadas por personal policial y judicial en el lugar del hecho indican que pasadas las 21 Canale dejó su casa para dirigirse a bordo de su automóvil a un cajero automático a efectuar una operación. Al regresar se dispuso a ingresar el vehículo al garaje sin advertir nada extraño.
Tras cerrar la puerta, salió a la vereda con la clara intención de reingresar por el acceso principal, pero fue entonces cuando fue atacado.
La pareja de Canale se encontraba en el interior de la casa cuando escuchó un ruido extraño que, para los investigadores, habría sido el disparo. Sabiendo que su marido estaba allí, porque también había advertido la maniobra de ingreso del automóvil, la mujer salió y lo encontró tirado frente al portón.
Lo primero que creyó que había sucedido fue un ataque cardíaco. Canale se sostenía el pecho pero no lograba decir lo que había pasado. Al menos dos personas de la cuadra llamaron al 911, una de ellas pidiendo una ambulancia por un posible infarto y otra ya con la idea de que había sido herido Canale con un arma de fuego.
A los pocos minutos llegaron dos patrulleros del CPC y los policías comprobaron que en verdad Canale había recibido un disparo en el pecho.
A partir de ese instante se dispuso el protocolo de llamadas a la ambulancia del servicio de emergencia pero, anticipándose a la corriente demora que siempre tiene, un policía pidió autorización para cargar a la víctima en la camioneta y trasladarlo al Hospital Interzonal.
Pese a la velocidad a la que fue llevado y al gran operativo de cortes de calles, Canale no logró llegar con vida al HIGA.
Según refieren los investigadores no hubo testigos presenciales del ataque y en esa cuadra no hay cámaras de seguridad ni municipales ni de ninguna vivienda.