Termina agosto y, como cada año, se espera la llegada de la famosa tormenta de Santa Rosa que se hará sentir este fin de semana en el territorio bonaerense.
De acuerdo al pronóstico del SMN, se espera que haya lluvias en el centro y en el norte del país durante el próximo fin de semana, entre el viernes 30 y el sábado 31 de agosto.
El mes cerrará con importantes precipitaciones en la región central del país tras la formación de una nueva ciclogénesis y justo en coincidencia con la tormenta de Santa Rosa.
Así la tradicional tormenta, que a veces se adelanta a la fecha y otras se retrasa, llegará este 2024 con precisión a Buenos Aires y el área del Río de la Plata. Un proceso de ciclogénesis se desarrollará sobre el este del país, por tercera vez en tres semanas consecutivas, generando un centro de bajas presiones que provocará mal tiempo generalizado, según Meteored.
Se anticipan precipitaciones de más de 50 mm en menos de 48 horas, con ráfagas de viento que podrían superar los 60 km/h, especialmente en las zonas costeras de Buenos Aires. Esta situación podría derivar en una crecida significativa del Río de la Plata, lo que complicaría aún más el escenario en áreas bajas e inundables.
SANTA ROSA
La tormenta de Santa Rosa adquirió su nombre en honor de Santa Rosa de Lima, la Patrona del Perú y América. Según la creencia, esta mujer protegió a la capital peruana de un ataque naval de piratas holandeses. Tras rezar en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Lima, se desató una tormenta que impidió el desembarco.
El Día de Santa Rosa de Lima ya pasó, puesto que se celebra el 23 de agosto. De todos modos, en algunos lugares se festeja el día 30. Esto se debe a un cambio en el calendario que llevó adelante la Iglesia. Esta figura murió 24 de agosto de 1617, que coincide con las fiestas de San Bartolomé.
Por lo tanto, se decidió en su momento otorgarle como fecha de conmemoración el 30 de agosto tras su canonización por parte del Papa Clemente X. De todos modos, en 1969 se reordenó el calendario litúrgico tras el Concilio Vaticano II. En ese contexto, se definió correr la celebración de Santa Rosa al 23 de agosto, una jornada que está más cerca al aniversario de su fallecimiento.