El artista plástico local, que ya vivió la experiencia en 2012 junto con Alfredo Diez, viajó acompañado por sus sobrinas, Sofía y Nadia Inçaurgarat, y realizó una habitación emulando un juego de ajedrez, con ocho esculturas en hielo de tamaño natural, y el tablero grabado en el piso, el techo y las paredes de la habitación.
Además de representar a La Costa, la comitiva encabezada por Inçaurgarat fue la única proveniente de Argentina. «Compartimos la estadía con un artista chileno, y después gente de todo el mundo, proveniente de Alemania, Polonia, Holanda, Suecia, Bulgaria, e Italia», comentó el costero.
Cada año artistas de todo el mundo llegan hasta la aldea y en jornadas extendidas, con temperaturas bajo cero, levantan sus obras con bloques de hielo extraídos del río Torne en Jukkasjärvi, para darle vida al hotel que luego albergará a turistas de todo el mundo, para finalmente fundirse con la llegada de la primavera meses más tarde.
El proyecto del Hotel de Hielo nació en el año 1989 tras celebrarse en esa ciudad una primear exposición de esculturas artísticas hechas de hielo y nieve. La enorme repercusión del acontecimiento agotó casi instantáneamente la capacidad de alojamiento existente en la aldea, y entonces se optó por alojar a los visitantes en un iglú que se había levantado para alojar a los artistas junto con las obras de arte heladas.
Inçaurgarat fue seleccionado tras presentar un proyecto conjunto con Alfredo Diez, quien por cuestiones de salud no pudo concretar el viaje. La comitiva viajó con el apoyo de la Municipalidad de La Costa.