“Mi pasión por estudiar los naufragios empezó de chica, de ir a verlos como atracción turística. Me acuerdo que compraba una revista que se llamaba Playas Argentinas, que sacaba alguna notita, buscaba gente que pudiera darme datos y ahí empezó como un juego. En realidad, yo investigaba para mí y un día mi papá me preguntó por qué no escribía un libro y ahí fue como salió esto”, relató la autora en Tele 2.
“Ahí empecé a profundizar más, aunque el primer libro era mucho más chiquito y todo tradición oral, no había nada documentado. A partir de la segunda edición, sí, ya está todo documentado”.
En cuanto a cómo realiza sus investigaciones dijo que “lamentablemente acá a nivel regional en algunos archivos cuesta mucho conseguir la información, y entonces se hace más difícil movilizarse cuando estás en una investigación. Pero bueno, también en estos lugares uno tiene la gente y la historia de la gente también es importante. La historia oral es muy importante y la fantasía también le aporta un condimento a la historia oral, y es válida cuando no hay otra cosa”.
En ese sentido y resaltando la tradición oral dijo que “quedan ya muy pocos pioneros en La Costa, y ellos se desviven por hablar. Yo pagaría por hablar con ellos así que voy y los escucho y aprendo. Hay que valorizarlos y cuidarlos”.
La autora detalló que en breve “voy a reeditar un libro que se llama “Historia del Salado y la Bahía”, que es historia argentina en el Salado y San Borombón, después editar otro, que es de un crimen durante la Guerra Complacida acá en el Tuyú y en cuanto a Naufragios terminar Punta Médanos, Mar Chiquita que es el sector de playa que me falta y después alguno que arranque desde Mar del Tuyú hacia el norte. Económicamente no creo que pueda todo pero lo tengo en mente”.