La película describe las desventuras de Lila (Paula Hertzog), una conflictiva chica de 12 años que no conoce a su padre y está dispuesta a cualquier cosa para encontrarlo.
Ante los reiterados intentos de fuga y la pasividad de la madre de la niña, su maestra en una aislada escuela rural cordobesa en la que vive durante toda la semana (Paola Barrientos) decide ayudarla en su empresa detectivesca y juntas iniciarán un largo periplo lleno de contratiempos y derivaciones inesperadas.
Se trata, en definitiva, de una sensible, delicada y cuidada fábula sobre la perseverancia y la búsqueda de la identidad en condiciones -en todo sentido- hostiles, desde una mirada bastante pura y despojada propia de cierta inocencia infantil.