“Entré al certamen por internet”, cuenta Natalia Simoncini mientras busca en el celular unas fotos del Teatro Municipal de Viña del Mar. “Llené un montón formularios y me inscribí”. Un día, después de llegar de uno de los talleres de música que da en los centros comunitarios de San Clemente, Santa Teresita y San Bernardo para el fortalecimiento de mujeres que fueron víctimas de violencia, Natalia prendió la computadora, buscó, encontró y llenó los formularios que la llevaran por nuevos caminos.
A la madrugada siguiente subió al auto con equipaje de mano y manejó hasta Aeroparque, tomó un avión hasta Viña del Mar, ahí sacó fotos, esperó con nervios el comienzo del certamen, cantó Pajarito y Hoy abrí la puerta, dos temas de su autoría y el Teatro Municipal la ovacionó. Se le estrujó el alma, esperó 15 minutos y se enteró que había quedado en el tercer puesto, que es lo mismo que enterarse que el año que viene, por estas fechas, cantará en el escenario principal de la Quinta Vergara, en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, uno de los festivales más importantes del mundo.