Los restos fueron hallados originalmente por el recientemente fallecido naturalista de Villa Gesell, Eduardo Alessio, y el director del museo marajense, Diego Gambetta, en el marco de una serie de investigaciones que realizaron durante 2005 y 2016 entre el Faro Punta Médanos y Pinamar. Los restos se hallaban en poder de la viuda del naturalista, quien gentilmente accedió a que el director del museo pudiera devolverlos a la región y a su museo.
Alessio desarrolló prospecciones por más de 30 años, recopilando datos e información del pasado prehistórico. Su último deseo fue que todo su material sea custodiado en el Museo de Mar de Ajó, ubicado en Lebensohn 566, y sirvan para concientizar a la comunidad del legado patrimonial y la importancia de cuidar a la naturaleza.