Tras meses sin prestar servicio, finalmente se aprobaron los protocolos para la reapertura de los comedores escolares en las instituciones públicas y privadas de la provincia de Buenos Aires.
De forma progresiva y de acuerdo a las particularidades de cada escuela volverá a prestarse el servicio alimentario escolar, mientras que en aquellas instituciones donde no sea posible abrir el comedor se continuará entregando el módulo alimentario a las familias cada 15 días.
Las medidas sanitarias dispuestas para la reapertura de los comedores son las siguientes: grupos con distanciamiento social; horarios de prestación; ventilación natural permanente; cartelería y señalética relacionada a las medidas sanitarias. Además, será obligatorio el uso de tapabocas y los alumnos solo tendrán permitido sacárselo para ingerir los alimentos, con previo lavado de las manos.
En un documento difundido el miércoles por la Dirección General de Escuelas de la Provincia se informa que la reapertura gradual de los comedores depende del “estado de la infraestructura de la cocina y el estado, condiciones de ventilación y superficie del espacio común que será utilizado en comedor”, mientras que “los elementos de limpieza y desinfección y aquellos de protección personal serán provistos por la DGCYE a través de los Consejos Escolares”.
Asimismo, se aclara que “cuando no sea posible elaborar alimentos dentro de las cocinas de los establecimientos educativos, podrán solicitar con carácter temporalmente acotado y por excepción la modalidad listo consumo, esto es la provisión de una comida tipo desayuno/merienda preparada y lista para ser consumida por las y los estudiantes”.