La autopsia al cuerpo de Tomás Tello Ferreyra, el joven de 18 años asesinado por una patota en los festejos de año nuevo en Santa Teresita, confirmó que la víctima sufrió una herida punzocortante en el tórax que dañó directamente su corazón.
Fuentes judiciales aseguraron a Télam que los dos menores detenidos por el hecho se negaron a declarar en el Juzgado de Garantías del Joven 1 Departamento Judicial de Dolores, a cargo de María Fernanda Hachmann.
Por su parte, el fiscal a cargo de la investigación, Pablo Gamaleri, indagará en las próximas horas a los otros siete detenidos mayores de edad en las oficinas judiciales de ubicadas sobre la calle Yrigoyen al 405, en la localidad balnearia de Mar de Ajó.
Voceros judiciales señalaron a Télam que Tello murió a causa de una «una laceración en la aurícula derecha del corazón» luego de sufrir una «herida punzocortante en la línea media de tórax».
En ese contexto, los especialistas advirtieron que dicha puñalada derivó «en un taponamiento cardíaco y el posterior fallecimiento de la víctima».
En tanto, el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, manifestó que los asesinos de Tello obraron con «un plan de antemano», el cual se originó en una fiesta el 23 de diciembre a raíz de una disputa anterior con la víctima.
«No sabemos muy bien qué pasó el 23 de diciembre. Varios testigos señalan que pasó eso. Esto se aprovechó como una venganza o represalia por ese hecho anterior», aportó Escoda en declaraciones a Radio Mitre, en referencia a una fiesta que organizó la víctima en una casa de Mar del Tuyú a la cuál no permitió el ingreso de quienes ahora lo atacaron en la localidad vecina de Santa Teresita.
En referencia a los nueve detenidos, el fiscal general comentó que «algunos de los capturados son autores y otros son partícipes».