Otero, al frente de la Cooperativa de Agua y Luz de Pinamar comunicó al respecto “me parece que el tema es suficientemente importante como para que todos se respeten y que no lo tomen como una ganancia o pérdida, de que si lo hace uno u otro. Si hay respeto del ejecutivo hacia el legislativo de aceptar alguna sugerencia, si todos trabajan en conjunto no tengo dudas que se puede hacer. No es un proyecto caro, buscamos uno que sea posible de pagar con los propios recursos de Pinamar”.
Las cifras que se manejaban, eran del orden de unos 30 millones de pesos más IVA, en octubre de 2013, y haciendo una mera proyección se deduce que la obra no superará el 10% del presupuesto municipal de 2014 lo que habla de que se está en presencia de un proyecto realizable.
“Hablamos del 10% del presupuesto de un año para un problema que lleva quince. Si nosotros hubiéramos encarado este proyecto en el 2000, con cero esfuerzo, ya estaría hecho” asegura Otero.
La Calp se hizo cargo del anteproyecto, contrató a los profesionales necesarios, mientras que la Municipalidad hizo lo propio con una profesional que es asesora del Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento, ENOHSA y un geólogo encargado del estudio de impacto ambiental.
El proyecto le insumirá a Calp 350 mil pesos, una cifra menor que si la Municipalidad le hubiera encargado el trabajo a una empresa.
Con relación a la obra, Otero destacó “me interesa que se haga la planta a un precio razonable. Si se vienen con algo súper sofisticado va a pasar como ya ha pasado que no se va a poder hacer. No hay ningún problema para nosotros si la Municipalidad evalúa hacer otro tipo de sistema, no tenemos ningún inconveniente con la condición que sea de bajo mantenimiento, que tenga la calidad necesaria porque cuando la planta se termina la CALP la toma en operación y mantenimiento. Entonces nosotros queremos tener, y así se lo hacemos saber a la municipalidad, un representante consensuado que va a hacer la dirección técnica y la dirección ejecutiva de la obra, porque es la única forma en que nosotros sepamos que está todo hecho en condiciones porque a partir de que la tomamos cualquier costo de reparación lo paga la CALP”.
Una certeza sobre el tema es que la cooperativa no tiene injerencia en el aspecto económico ni en las licitaciones. Un trascendido es que la obra se haría por administración, lo que permitiría manejar un costo más accesible porque con esta modalidad se contrata rubro por rubro.