El mes próximo llega un nuevo aumento en los precios de los combustibles debido a la aplicación de la segunda suba parcial de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC).
Este ajuste, anunciado por el Gobierno nacional y detallado por la Secretaría de Energía mediante el decreto 107, impactará directamente en el bolsillo de los consumidores de la Provincia de Buenos Aires y otras regiones del país.
La decisión del Gobierno de descongelar los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), suspendidos por más de dos años, desencadena un aumento directo en los precios al consumidor.
Según el decreto 107/24, este ajuste busca reflejar la inflación acumulada durante el primer y segundo trimestre de 2023, que superó el 50%. Como resultado, se espera que el impuesto a los combustibles en el caso de la nafta escale $30.75 y en el gasoil, $18.96, sumando un total de $32.63 para la nafta y $21.12 para el diésel.
Las cámaras del ámbito del expendio anticipan que el impacto de esta actualización impositiva podría traducirse en aumentos de hasta el 7% en algunas regiones. Este incremento no solo afecta a los precios en los surtidores, sino que también podría provocar una caída en la demanda de combustibles, donde se habla de una reducción del 30% en las ventas.