Ante la llegada de bajas temperaturas es importante tomar una serie de recaudos para evitar accidentes relacionados con la calefacción en los hogares, especialmente en lo que respecta al monóxido de carbono.
El monóxido de carbono es un gas incoloro e inodoro extremadamente peligroso que se propaga rápidamente en el aire. Es fundamental asegurarse de prevenir filtraciones de aire y garantizar la entrada de oxígeno al ambiente a través de aberturas adecuadas.
Las estufas de tiro balanceado son las más recomendadas, ya que permiten la eliminación de los gases tóxicos hacia el exterior. También existen las estufas eléctricas, pero se debe tener especial precaución ya que pueden ocasionar recalentamientos y cortocircuitos.
Otra opción son las estufas infrarrojas, que transmiten calor por radiación y son más económicas, sin embargo, reducen la humedad, por lo que algunas personas pueden experimentar efectos adversos, como dolores de cabeza, debido a la sequedad del ambiente.
Es fundamental tomar precauciones para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono. Los artefactos de calefacción deben ubicarse en espacios despejados y mantener una distancia de al menos 50 centímetros con muebles, ropa, juguetes y cualquier objeto que pueda calentarse y provocar un incendio.
Además, es importante verificar el estado de la llama de gas, que debe ser de color azul con extremos transparentes. No se recomienda utilizar el horno ni las hornallas para calefaccionar los ambientes.
Ante cualquier siniestro, comunicarse con los números de emergencia:
Bomberos: 100
Defensa Civil: 103
Emergencias policiales: 911