La ANSES confirmó que, en agosto, los haberes jubilatorios tendrán un reajuste de 4,58% y quienes perciben los ingresos más bajos del sistema volverán a recibir un bono de hasta $70.000.
A través de las Resoluciones 389 y 390/2024 publicadas este martes en el Boletín Oficial, se dispuso un aumento del 4,58% el próximo mes a partir de fórmula de movilidad que ajusta por inflación con dos meses de rezago. En este caso se toma el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo.
De esta manera, la jubilación mínima llegará a $225.540,61, a lo que se sumará un bono de $70.000, totalizando $295.540.
Ningún jubilado podrá cobrar menos de esa cifra, por lo que aquellos beneficiarios cuyo haber sea mayor al mínimo cobrarán un bono proporcional hasta alcanzar ese piso.
En tanto, la jubilación máxima alcanzará los $1.517.094,80, la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), $180.363,54 y la Prestación Básica Universal (PBU), $103.135,11;
A su vez, la ANSES confirmó los nuevos montos de las asignaciones familiares: la Asignación Universal por Hijo (AUH) será de $81.010; la AUH por Hijo con Discapacidad, $263.791, y la Asignación Familiar por Hijo, $40.505 pesos para el primer rango de ingresos (hasta $627.230, por grupo familiar).
Cabe destacar que en la resolución publicada este martes, se dispone que “la percepción de un ingreso superior a $1.660.759 por parte de una de las personas integrantes del grupo familiar, excluye a dicho grupo del cobro de las asignaciones familiares, aun cuando la suma de sus ingresos no supere el límite máximo de ingresos establecido”.
Pese al bono de $70.000 que viene aplicando el Gobierno de Javier Milei, en los primeros seis meses de este año, las jubilaciones con haberes mínimos o por debajo del mínimo, perdieron frente a la inflación.
Entre enero y junio la inflación fue del 79,8%, de acuerdo al INDEC. Mientras que la jubilación y pensión mínima, más el bono, subió de $ 160.713 a $ 276.931. Un incremento de 72,31%. Son 7,5 puntos menos.
En lugar de integrar el bono a los haberes corrientes, el Gobierno insiste en mantenerlo separado y congelado como un refuerzo no remunerativo hasta que la inflación lo termine reduciendo a una proporción mínima y en determinado momento quede definitivamente anulado. El bono además no computa para el pago del aguinaldo.