El ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens, alienta abrir la temporada de verano, pero advierte que un «desborde» daría pie a suspenderla.
El gobierno nacional quiere que se dé una temporada de verano y comprende de la urgencia del sector turístico, pero advierte que una imagen de “playas desbordadas” sería el indicador para “suspender” el ingreso de turistas a la costa atlántica.
Así lo definió el ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens, quien sinceró la necesidad de reactivar la economía, pero al mismo tiempo midió los posibles costos.
“Esa foto de las playas repletas, no la vamos a ver. Tenemos que ser conscientes todos, los marplatenses y los turistas, que no es bueno para nadie. Si tenemos esa foto, en lugar de ser un éxito, sería un fracaso”, expresó el ministro en diálogo con La Capital.
Lammens consideró que si ya en “la primera semana tenemos una foto de las playas de Mar del Plata desbordada, con aglomeración y sin distanciamiento, vamos a tener que suspender la temporada porque esto significaría un gran riesgo de contagio”.
De todas formas, el ministro puso en la balanza el impacto económico de una –incluso- temporada tranquila, en medio de una crisis del sector agravada por la pandemia.
“Pero entendemos que una temporada buena significa alrededor de 250 mil millones de pesos de movimiento que hoy la situación económica del país no se puede permitir que no exista”, analizó.
En tanto, el gobierno no precisa de qué forma se podría controlar el flujo de turistas, aunque aclaran que no se buscaría poner límite en los ingresos.
“En principio, no estamos pensando en un límite de gente. Sí estamos pensando en una aplicación que nos permita tener el flujo de gente que va a tener cada destino, pero no en establecer un cupo”, aseguró Lammens.
“Lo del verano puede marcar un punto de inflexión en el sentido de que tenemos que empezar a convivir con el virus, de manera responsable apelando a la responsabilidad social”, cerró el ministro.