La iniciativa se pone en marcha para evitar la acumulación de residuos o pequeños accidentes, y por intermedio de la Secretaría de Cultura.
Los populares aerosoles de espuma o nieve carnavalesca que una vez vacíos son desechados con el consabido trabajo posterior de recolección, podrán ser canjeados por números para participar del sorteo de una bicicleta por noche. Esto es: a cada aerosol vacío entregado en los puestos identificados en el predio, le corresponderá un número para el sorteo.
De este modo y con la colaboración de todos, se mantendrá el predio limpio y la posibilidad latente de una bicicleta. Aunque en este caso, el azar tiene la palabra.