Por el agua hubo menos luces, menos potencia de sonido pero la mejor esencia y un recuerdo a la época en donde los tambores de empresas de combustible hacían de base del escenario “Coco” Degen y la gente se sentaba sobre tablones que eran apoyados en troncos.
En primera fila el intendente, Carlos Esteban Santoro, y la secretaria de gobierno, Mara Simiele, y el cura, Alejandro Martínez, observaban la entrega del pueblo.
Las lágrimas brotaron en varios de los concurrentes que, por más que conocen la obra, se emocionaban por el esfuerzo que quedaba plasmado en cada uno de los personajes.
Sobre el cierre, el director de esta edición de la obra, Julio Srur, subió por la pasarela central y agradecía, sin micrófono, a cada uno de los concurrentes que se quedaron ante la persistente llovizna.