Los comienzos del «Galponcito de Ayer» son muy personales, pero Victor Lorusso quiso compartir esa pasión con los vecinos y todo aquel que se acerque a compartir un mate o una charla. El lugar tiene autos y motos antiguos además de otros objetos que le regalaron los visitantes y el les puso una tarjetita con el nombre de cada persona.
Victor cuenta como comenzó la pasión por los autos y las motos: “Surgió de muy chiquito, cuando trabajaba en la Estación de Servicio de mi papá y vivía entre autos, después uno crece y aparecen otras cosas en la vida como la familia, el estudio y el trabajo pero ahora que soy más grande quise darme este gusto para compartirlo”.
Cada domingo a la mañana cuando Victor iba al galpón a prender los autos y a limpiarlos se iban acercando los vecinos o cualquier interesado que pasaba se fue sumando gente que me venía a visitar, y nos cuenta: “Se armó una barra como Polémica en el Bar contando anécdotas, de repente empezaron a traer cosas y los vecinos pasaban veían el portón abierto y se sumaban a participar”.
De esta manera el “Galponcito del Ayer” se fue armando y cada domingo abre sus puertas de 9 a 13 horas de manera gratuita para compartir charlas y las historias de cada pieza que se encuentra en el museo.