Axel Kicillof juró como gobernador bonaerense y anticipó ante la Asamblea Legislativa que dejará sin efecto los aumentos de la tarifa eléctrica que habilitó María Eugenia Vidal.
La suba había sido anunciada al día siguiente de la derrota electoral y promediaba un 25 por ciento, la misma entrarían en vigor el 1 de enero de 2020 para las empresas EDELAP, EDEA, EDEN, EDES y las 200 cooperativas bonaerenses.
“No es porque no queramos respetar contratos, tenemos que revisar lo actuado, por eso convoco hoy a las empresas del sector para trabajar en un esquema que sea justo, sostenible y razonable”, explicó el flamante Jefe de Estado.
Si bien las empresas tienen altos niveles de rentabilidad -Kicillof habló de 20 mil millones de pesos-, los contratos están escritos en términos que les son favorables. “Va a tener que sacar un decreto para dejar sin efecto la Revisión Tarifaria Integral, que estableció pautas contractuales”, dijeron especialistas en la materia.
Una vez llevado a cabo eso, la Provincia puede “negociar un nuevo esquema regulatorio” en el que habrá que lograr “acuerdos con las empresas”. Otra cuestión a saldar es la situación de las 200 cooperativas eléctricas que operan en Buenos Aires, y que afrontan costos de distribución cada vez más altos y que no tienen tanta “espalda”, o sea rentabilidad, para hacer frente a un eventual recorte en las ganancias.