Luego de que la provincia de Buenos Aires se declarara en alerta epidemiológico por los casos de Hantavirus detectados en el territorio bonaerense, el ministro de Salud, Andrés Scarsi, llevó tranquilidad a la población y dijo que la situación en la provincia es la “habitual para esta altura del año”.
En este sentido, agregó que “el 70% de los casos se presenta entre noviembre y marzo, con una modalidad de contagios de ratón a humano, y no entre personas”. El funcionario respaldó esa afirmación con datos de 2018, cuando se produjeron 25 casos, y 2017, cuando hubo 44.
En cuanto a las medidas de prevención, las autoridades sanitarias recordaron que la enfermedad es transmitida por roedores silvestres y que, en algunos casos, se viraliza entre humanos. Es decir, cuando una persona infectada mantiene contacto estrecho con otra durante los primeros días de los síntomas.
La característica principal de estos ratones es que tienen una cola muy extensa, por eso se los denomina “colilargo”.
¿Cuáles son sus cuatro vías de contagio?
Por inhalación: es la causa más frecuente. Se produce al respirar el virus que desprenden las heces o la orina de los roedores infectados, tanto en lugares abiertos como cerrados (galpones, huertas, pastizales).
Por contacto directo: al tocar roedores infectados (vivos o muertos), o al tocar las heces u orina de estos.
Por mordeduras: al ser mordidos por roedores infectados.
Por vía interhumana: entre personas a través del contacto estrecho con una persona infectada durante los primeros días de los síntomas.
¿Cuáles son los síntomas?
Se parecen a un estado gripal. Pueden incluir: fiebre, dolores musculares, escalofríos, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. En general no presentan congestión nasal o resfrío. Luego de algunos días puede aparecer dificultad para respirar que puede agravarse produciendo lo que se conoce como «síndrome cardiopulmonar por hantavirus». Se trata de un cuadro grave en el que la persona no puede respirar y comienza con falla cardíaca y presión muy baja. Si la persona no es tratada a tiempo puede generar complicaciones e incluso la muerte.
¿Cómo es el tratamiento?
No existe un tratamiento específico. Las personas con síndrome cardiopulmonar por hantavirus deben ser asistidas en establecimientos hospitalarios, de preferencia con unidades de terapia intensiva que cuenten con asistencia respiratoria mecánica.
¿Cómo puede prevenirse?
– Evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones.
– Evitar que los roedores entren o hagan nidos en las viviendas.
– Si realizan actividades de trekking, usar calzado cerrado y circular solo por sendas habilitadas.
– Tapar orificios en puertas, paredes y cañerías.
– Realizar la limpieza (pisos, paredes, puertas, mesas, cajones y alacenas) con una parte de lavandina cada nueve de agua (dejar 30 minutos y luego enjuagar). Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
– Si vive en zonas rurales, colocar las huertas y almacenar la leña a más de 30 metros de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 metros alrededor del domicilio.
– Ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados (viviendas, galpones) y cubrirse la boca y la nariz con un barbijo N95 antes de ingresar.
– Lavarse las manos con agua y jabón al finalizar estas tareas.
– Al acampar, hacerlo lejos de maleza y basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua potable.
– Si se encuentra un roedor vivo: usar veneno para roedores o tramperas para capturarlo (no intentar tocarlo o golpearlo).
– Si se encuentra un roedor muerto: rociarlo con lavandina junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 cm de profundidad o quemarlo.