En los últimos años se dio una tendencia preocupante que encendió las alarmas en la provincia de Buenos Aires y tiene que ver con la baja en la aplicación de las vacunas del calendario obligatorio en los niños.
Por eso, desde el ministerio de Salud se pusieron en marcha reuniones con las diferentes regiones sanitarias para coordinar las estrategias que eviten el riesgo de brotes de enfermedades prevenibles.
“Las coberturas se miden anualmente, pero a mediados de año se debería alcanzar al 50 por ciento de la población objetivo, sin embargo, estamos muy por debajo: alrededor del 40 por ciento y, con algunas vacunas en particular, en un 25-30 por ciento de cobertura”, advirtió la subsecretaria de Gestión de la Información, Educación Permanente y Fiscalización de la cartera sanitaria provincial, Leticia Ceriani.
Según señalaron, esta tendencia comenzó hace más de cinco años pero la pandemia la agudizó, por lo que la idea de los encuentros es analizar el estado de situación de las coberturas vacunales, los riesgos latentes y consensuar estrategias de vacunación que prevengan brotes de enfermedades como el sarampión, la tos convulsa y las meningitis bacterianas, entre muchas otras patologías que se pueden prevenir con las 19 vacunas gratuitas del Calendario Nacional.
“Lo que más nos preocupa es el tema sarampión, porque venimos de un brote que tuvimos que controlar cuando iniciamos la gestión y porque hay brotes en países cercanos como Brasil”, alertó la funcionaria.
Asimismo, otra de las preocupaciones es que es baja la proporción de embarazadas que se aplican las vacunas que corresponden al periodo de gestación, entre ellas la Triple Bacteriana Acelular, la antigripal y la que previene la hepatitis B.
“Están todas las vacunas del Calendario Nacional por debajo de la meta del 95 por ciento, a la que no se alcanzó ni se alcanza desde mucho antes de la pandemia”, especificó la coordinadora del Programa de Control de Enfermedades Prevenibles por Vacunas del ministerio de Salud bonaerense, Alejandra Gaiano.
De ese modo, ejemplificaron con que, en 2019 con la vacuna Triple Viral que se debe aplicar al año de vida para prevenir el sarampión, la rubéola y las paperas se llegó a vacunar al 80,5 por ciento de la población objetivo. El año pasado, pandemia mediante, con las restricciones y el temor a entrar a un establecimiento de salud, la situación empeoró y apenas se pudo inmunizar al 73,2 por ciento de esa población.