Desde la Fundación Mundo Marino explicaron que «debido a su avanzado estado de descomposición aún no se ha podido determinar fehacientemente a qué especie corresponde, aunque presumiblemente se trate de un ejemplar de Ballena Fin, de acuerdo a la asimetría que pudo observarse en la coloración de sus barbas».
Profesionales y técnicos del organismo brindaron asistencia en el lugar, y observaron que el ejemplar tenía una soga enredada en su cavidad oral. Por las características que tenía (presencia de variada epibiota, como crustáceos cirripedios), hacía mucho tiempo que estaba en el mar y/o enredada en el animal.
Si bien aún no se han comprobado las causas precisas de muerte, se estima que la ballena lleva aproximadamente más de una semana sin vida, y se han tomado las muestras correspondientes para analizar.