Hace algunas semanas, una triste historia sacudió a San Clemente del Tuyú: un grupo de expertos de la Fundación Mundo Marino había hallado a una tortuga marina verde de la especie Chelonia myda con más de 14 gramos de plástico en su cuerpo.
Fue Roberto Ubieta quien le posibilitó al animal poder seguir viviendo. Es que él fue capacitado por la Fundación Mundo Marino para brindar primeros auxilios a los animales marinos que quedan atrapados en las redes de pesca.
Eso es lo que pasó con la tortuga, que de inmediato ingresó al Centro de Rescate de esa institución. Mientras se encontraba en rehabilitación, el animal expulsó fragmentos de bolsas de nylon, hilos y plásticos duros, el equivalente a 26 sorbetes.
Pero la odisea de este animal en peligro de extinción, según Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) finalmente se terminó. En las últimas horas y tras dos meses la tortuga regresó a su hábitat natural.
Varios jóvenes especializados de la Fundación llevaron con mucho cuidado al reptil en un recipiente con agua hacia la playa de San Clemente del Tuyú. Allí en medio de un centenar de turistas que tomaban fotos y presenciaban con emoción el épico momento, la tortuga se sumergió en el agua y en un par de segundos desapareció en las profundidades del mar.