Lucía Cropalati vive en la Comunidad Autónoma de Canarias, España, hace 11 años y trabaja en el área de la salud. Desde su experiencia cuenta como es el día a día en esa comunidad que tiene como una de las principales actividades el turismo.
En España, desde el inicio de la pandemia por el COVID-19 se registran más de 680 mil casos y en la Comunidad Autónoma unos 12.000 casos, cifra que ha ido en aumento en las últimas semanas, luego de un marcado descenso entre mayo y mediados de julio.
La mascarilla y el distanciamiento social es un denominador común en los distintos países como una de las principales medidas para evitar la propagación del virus y aunque en Europa están en otra etapa de la pandemia, estos cuidados siguen presentes y son vigilados por las autoridades.
“En los supermercados se mantiene la higiene extrema, tanto al entrar como al salir del recinto”, cuenta Lucía sobre uno de los lugares concurridos a diario por toda la población. “También a la hora de pagos con tarjeta se desinfecta las manos para tocar teclado y en cada caja hay un gel para el cliente”.
Lucía cuenta que “hay mucha higiene por todos lados donde uno entra y sale también la policía y militares controlan todo” además hay “multas elevadas de 600 euros para arriba a quien no cumple las normas” algo que fue de ayuda en una primera etapa.
Por ejemplo “en el coche se está parando a quien no lleva la mascarilla y comprueban el documento y si son de otro domicilio otra multa”.
«Hay muchas cosas y cada día más ajustes en higiene, pero al parecer la vida debe continuar y convivir con esta modalidad”, reflexiona Lucía.
Turismo
“Soy de una isla de España, como sabrán el territorio español se divide por comunidades autónomas y cada una tiene su forma de proceder, es decir, en todo el país no están las mismas reglas”, comienza diciendo Lucía, marcando una diferencia entre distintos lugares. “Tal es así que, por ejemplo, donde yo vivo ahora mismo somos de alto riesgo y el turismo no se espera”.
Hace unas semanas, sobre este punto, el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) y de la Asociación Hotelera Ashotel, Jorge Marichal, había advertido que por cada reserva nueva llegan “tres o cuatro cancelaciones”. En la misma nota publicada por el diario El País, agregó: “Si en Canarias no tenemos turismo y esto sigue así, lamentablemente nos veremos por encima del 40% de desempleo en la próxima primavera”.
Mientras en Argentina acaba de comenzar la primavera, en España finalizó el verano y “no nos dimos ni cuenta porque en los bares las mesas eran de poco aforo (capacidad) y se restringió todo lo nocturno, asimismo cada terraza y bares median tanto los metros de distancia como el uso de mascarillas pero aun así el virus siguió avanzando”.
La educación
Lo que sucede con la educación tampoco es igual en cada Comunidad Autónoma. Tal es así que, por ejemplo “hay lugares donde comenzaron las clases (…) y en otras comunidades como Madrid se han instalado cámaras en las aulas para que los niños la vean desde su casa, la única que ingresa será la profesora”.
En Las Palmas de Gran Canaria, donde vive Lucía, las clases comenzaron hace pocas semanas y en los días previos se entregó a las familias un informe con la modalidad y características que tendrían. Por ejemplo, en un mapa el sentido de circulación para respetar el distanciamiento social marcado con líneas verdes y rojas sobre el piso, al igual que el detalle de como se ubicarían los bancos, separados por 1,5 metros unos de otros.
Cada día antes de ingresar se debe tomar la temperatura al estudiante y en la escuela las autoridades lo harán de forma aleatoria.
“Mis hijos cursan todos los días, al mayor le han quitado horas, en total 4 horas de curso diario, a mi hija solo le han restado media hora. Cursan cada día y llevado mascarillas de sustitución”, describe Lucía.
“Cada alumno en el colegio al retirarse desinfecta su pupitre, ordenador y demás objetos del establecimiento con alcohol y su paño llevado de su casa limpio”, en tanto que “por las tardes se acabaron las clases para todos los estudios profesionales, solo se cursa de mañana para luego desinfectar los colegios en general”.
Al igual que sucede en nuestro país, la salud, la educación y el trabajo están relacionados y afectados a la vez, dependiendo la situación.
“Si mi hija coincide con un positivo en clase yo me veré en la obligación también de avisar a mi trabajo y por ende apartarme en cuarentena junto a ella. Así habrá muchos problemas laborales”, describe.