La cooperativa Reciclando Conciencia de Pinamar lleva adelante una importante labor de limpieza de playas con la colaboración de la comunidad y los comerciantes.
La cooperativa Reciclando Conciencia, opera la planta de transferencia donde se reciclan residuos preclasificados en Pinamar, y ya llevó a cabo 7 jornadas de limpieza de playas. Allí participaron 200 vecinos y se logró recolectar más de 1000 kilos de residuos, que estaban esparcidos en la arena.
Del total de lo recolectado, un 60% corresponde a plástico (bolsas, nylon), 20% a material de pesca (sogas, cuerdas, etc.), 10% vidrio (principalmente botellas) y el 10% restante a metales.
La última de las jornadas se llevó a cabo en La Frontera, con la participación de 40 personas. De acá a fin de año se llevarán a cabo tres limpiezas más, continuando luego con las tareas correspondientes en enero y febrero.
En cada una de estas jornadas, que suelen contar con el respaldo de restaurantes, comerciantes y fundaciones que operan en la zona, se realizan tareas de promoción ambiental, donde se cuenta el porqué de la limpieza, la separación y el reciclado.
A través de los centros de acopios, situados en calles centrales e instituciones educativas y públicas de Pinamar, Valeria del Mar, Cariló y Ostende, los cuales se triplican en la temporada alta, Reciclando Conciencia recibe entre 4 mil y 6 mil kilos de residuos de manera diaria. Los mismos son previamente separados por los vecinos y comerciantes, como parte del programa de “Islas ambientales” impulsado por la Municipalidad de Pinamar, que reconoce a la cooperativa como proveedor de servicio desde hace más de 5 años, convirtiéndose en una experiencia inédita en el país.
RECICLADO
Utilizando materiales reciclados, la cooperativa desarrolló una variedad de productos sustentables, aplicados a la construcción y la decoración. Entre ellos, un eco bloque realizado a partir del telgopor, un material de difícil trazabilidad y alto nivel de contaminación, que se produjo en conjunto con el Centro Experimental CEP-ATE de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU).
También desarrolló placas de plástico reciclado, de diferentes colores y texturas, que se utilizan para distintos tipos de mobiliario, como cestos, composteras, cuchas, macetas, buzones.
Durante la pandemia, la cooperativa logró mantener las fuentes de trabajo, siendo hoy 36 socios, así como también la cantidad de residuos recolectados (más de 967 toneladas). Incluso pudo crecer, en especial a través de la adquisición de maquinarias, como un montacargas -gestionado de manera conjunta con la Fundación Vida Silvestre-, dos extrusoras -que permitirán derretir y trabajar el plástico-, y en breve un nuevo vehículo para optimizar la logística de recolección.