Un golpe en la cabeza de Rocco cuando solo era un bebé le provocó una serie de dificultades cognitivas que le dejaron secuelas irreversibles. El traumatismo fue generado por la mala praxis de una enfermera del Sanatorio Anchorena de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y su mamá no descansará hasta que se haga justicia.
Deborah Kahan es la mamá de Rocco y contó que el hecho sucedió en el año 2009 cuando una enfermera “casi lo mata golpeando brutalmente la cabeza de Rocco (bebé de sólo 2 meses de edad) contra un aparato médico situado encima de la camilla de la guardia pediátrica del Sanatorio Anchorena”.
Esto ocasionó que el pequeño tuviera que ser trasladado inmediatamente al sector de terapia intensiva dentro del mismo nosocomio “con pronóstico reservado; le practicaron tomografías computadas dónde se observó que sufrió una contusión cerebral (hematoma producto de un trauma, exactamente del golpe que la enfermera le dio en su cabeza). Eso le dejó secuelas severas e irreversibles”.
La justicia condenó en primera instancia a la Unión del Personal Civil de la Nación (dueño del Sanatorio Anchorena, de CABA) a resarcir a Rocco y la demandada apeló. Conforme contó Deborah, desde la UPCN “siempre fue obstructiva y reticente a afrontar gastos de tratamientos, pañales y todo lo que Rocco necesita y necesitará. No se vale por sí mismo. No controla esfínteres”.
“Rocco era un bebé sano y quedó con una discapacidad del 100 por ciento a nivel cognitiva irreversible secuela directa de la mala praxis médica”, contó la mamá.
El diagnóstico actual que consta por las evaluaciones realizadas a Rocco es afasia global mixta severa y retraso madurativo severo irreversible y en este momento el litigio se encuentra en Cámara en la sala de apelaciones en el fuero civil «M» a cargo de la Dra. Iturbide y Benavente. En el cuerpo médico forense para ser reevaluado.