Terminando la temporada, Guardavidas de Las Toninas realizaron un impresionante rescate en la zona conocida como “El Desierto”, a unas 10 cuadras de la bajada de calle 6 -donde estaban prestando servicio- hacia San Clemente.
La dramática situación se vivió el lunes 28 de febrero y, destacaron, que se trata de una zona donde las personas bajan con sus vehículos y no hay puestos de Guardavidas. En esta oportunidad, fueron dos las víctimas, una de ellas logró ser rescatada por un kayak; mientras que la otra estuvo 25 minutos en el agua hasta que, gracias a un impresionante trabajo de dos Guardavidas, lograron sacarlo con vida.
El hombre rescatado es Juan Ignacio Franco, de 29 años, quien había llegado desde Merlo, en zona oeste de Buenos Aires, hasta Las Toninas a pasar unos días junto a su novia en un departamento que su familia tiene en la localidad desde hace años.
En diálogo con Costa de Noticias contó lo vivido esa jornada, agradeció y destacó el trabajo de los Guardavidas “Pipo” y Fabián que desde la bajada de calle 6 fueron inmediatamente a rescatarlo al lugar.
Juan Ignacio contó que bajaron a la playa alrededor de las 14.30 y, con un amigo de su novia, ingresaron al agua. “A mí el agua me llegaba a la cintura y él se metió más. En ese momento viene una ola, lo chupa y empieza a gritar desesperado que se ahogaba porque no hacía pie”, relató.
“Fueron 30 segundos en los que pensé si volvía al auto a buscar una soga que tenía o me metía a sacarlo. Yo hice dos años de natación, pero no me entrené para sacar a nadie. En ese momento de desesperación hice lo que me dictó el corazón y me metí más para sacarlo. En ese instante viene una ola grande que a él lo empuja para el lado de la costa y a mí me mete más adentro, terminé a 500 metros de él. Gritábamos, pero nadie nos escuchaba. Deben haber pasado unos 10 minutos, ya se me acababan las fuerzas. A los 15 minutos escucho alguien que me dice ‘aguantá que ahora te sacamos a vos’. Eran unas personas en un kayak que estaban sacando al amigo de mi novia”, continuó.
Juan Ignacio contó: “El perro estaba desesperado en la orilla porque advirtió la situación y mi novia se dio cuenta, así que ella salió a buscar Guardavidas, que no había en esa zona. Una gente la llevó con un auto hasta la bajada de calle 6 donde estaban estos muchachos que agarraron su bicicleta, llegaron al lugar y ya estaban sacando al otro chico y no me veían porque yo ya estaba sumergido”.
Al hablar del rescate, detalló: “Se metieron Pipo y Fabián. Habían pasado casi 25 minutos, estaba ya sin fuerzas y sin esperanzas de que me saquen, lo único que me acuerdo es que estaba flotando mirando el cielo, tratando de hacer punta en el fondo, volvía a salir y tomar un poco de aire. En ese momento, cuando ya mi cuerpo se relajó, dije ‘que sea lo que Dios quiera’, además de que me pasaron mil cosas por la cabeza, ahí siento el grito de ellos diciendo: ‘Aguantá flaco, aguantá’, que venían nadando. Siento que me agarran del brazo, me levantan y me sacan. Solo me acuerdo que cuando me agarraron me dejé llevar”.
“Después me dijeron que cuando llegaron lo único que veían era la nariz y la boca, y si hubieran pasado 10 segundos más no había más nada que hacer.
Llegando a la orilla que no me podían sacar vienen dos Guardavidas más, me sacaron inconsciente, me ponen de costado. Ahí escupí el agua, estaba blanco, con los labios morados y los ojos inyectados en sangre. Ahí pude empezar a respirar un poco y no me acuerdo nada más”, agregó.
Su novia contó que tardó en advertir la situación y que fueron apenas unos minutos en los que los dos desaparecieron dentro del agua. Ella fue quien relató qué sucedió cuando sacaron del agua a su pareja.
“Mi amigo estaba muy bien porque pudieron sacarlo rápido esas personas que tenían el kayak, lo sacaron a él que estaba más cerca porque además la corriente estaba terrible. Una vez que sacan a mi novio del agua, esperan que escupa un poco de agua y unas personas en una camioneta nos llevaron al Cuartel de Bomberos junto con Pipo. Cuando llegamos nos dicen que había una ambulancia, pero no había personal. Un bombero trae la máscara de oxígeno y el aparato que se pone en el dedo para medir el oxígeno en sangre. Le hablábamos todo el tiempo para que no se durmiera. La ambulancia llegó a los 10 minutos porque le habían dicho que estábamos en otro lado. Fuimos al hospital de Santa Teresita, se lo llevaron y yo estuve dos horas esperando para tener una novedad porque nadie me decía nada”.
Si bien ambos destacaron la buena atención de los profesionales en el hospital de Santa Teresita, indicaron que fue notable la falta de insumos y, además, la novia de Juan Ignacio estuvo todo un día sin saber en qué estado estaba su pareja, sufriendo una angustiante situación.
“Gracias a Dios ahora está bien. Todavía le cuesta respirar, tiene que hacerse chequeos, el cuerpo todavía le duele”, destacó.
Luego de recuperarse, Juan Ignacio fue a agradecer a los Guardavidas que le salvaron la vida y se fotografió junto a “Pipo”.
