Aún no comenzó el invierno y ya se sienten los primeros fríos. El secretario de Desarrollo Humano de la Municipalidad de Pinamar teme por el incremento que se puede dar con el correr de los días y el frío que se siente en el bolsillo de los que menos tienen.
Pinamar al igual que el resto del país vive la crisis como las distintas situaciones se lo permiten. Lo cierto es que desde siempre la baja temporada ha sido un lapso muy difícil de sortear y se convierte en la primera gran prueba para un recién llegado. Esto es volver derrotado o aguantar y quedarse. Pero en este caso la situación se ve mucho más acuciante.
El Secretario de Desarrollo Humano, Eduardo Canitrot, dice al respecto: “La situación social es muy compleja y dada la cantidad de familias que hemos asistido nos hace temer por una evolución negativa del tema y hemos asistido a una cantidad importante de familias. El año pasado hubo un poquito menos de mil familias en la época de junio, julio y agosto que son los meses más difíciles, pero ya en marzo habíamos tenido más de mil familias”.
Un fenómeno anexo a esta situación es lo que ocurre a nivel construcción. Durante los dos últimos años se hicieron muchos edificios y hasta algunos trabajadores de otros rubros que se vieron sin trabajo como los gastronómicos se volcaron a la construcción. Pero hoy la realidad es otra porque en Costa Esmeralda ya no hay tanto trabajo y eso agrava la situación inmersa en un pico significativo de inflación.