“Siempre me gustó, desde chico. Lo jugábamos con amigos en el barrio. Pero siempre jugaba entre amigos hasta que en un momento acá en La Costa apareció Ricardo, el dueño del local de bowling que está en el centro, que tiene tres mesas profesionales de billar y eso nos llevó a acrecentar la práctica de este deporte”, comentó Filleni.
El torneo ganado en Mar del Plata es la coronación de un trabajo de preparación que comenzó como una diversión. “Me anoté en mi categoría y estuve muy bien en los cuadros, muy seguro, muy tranquilo y fuimos avanzando hasta quedarme con el torneo de la copa de verano”.
“Mi meta puede estar un poco limitada, pero no significa que yo no tenga en mi cabeza llegar a ser el campeón argentino. Tengo las condiciones para hacerlo pero muchas veces las condiciones te las limita el tiempo”, concluyó el flamante campeón.