La Delegación Regional del Tráfico de Drogas ilícitas de Dolores, con sede en la localidad de Mar del Tuyú, y las casas de tres policías, entre ellos la del jefe de operaciones de la zona, fueron allanadas en el marco de una investigación por el “armado” de causas de droga y extorsión, informaron fuentes judiciales
Según informó la agencia Télam, los procedimientos fueron realizados por orden de la fiscal Verónica Zamboni de Villa Gesell, que investiga una causa iniciada en 2019 por “extorsión, incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica”.
Fuentes judiciales informaron a Télam que los allanamientos se concretaron en la Delegación Regional del Tráfico de Drogas ilícitas de Dolores, con sede en Mar del Tuyú, y en tres domicilios de efectivos policiales de esa delegación, uno de ellos del jefe de operaciones de toda la zona.
Allí, secuestraron dispositivos celulares, marihuana, cuatro armas de fuego que tenían los imputados sin autorización legal y sus armas reglamentarias.
Si bien hasta el momento no hubo detenidos, se formó una nueva causa por la “tenencia ilegal de armas de fuego”.
Los procedimientos se hicieron con la colaboración de la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad con presencia judicial en todos los objetivos.
Según las fuentes, la fiscal Zamboni investiga el “armado” de causas de droga, la complicidad con la venta de estupefacientes y la extorsión a vendedores para que entreguen dinero al jefe de la Delegación.
En este sentido, el portal Infobae informó que una fuente judicial señaló: “La causa se inicia de oficio después de tener varios procedimientos en distintas localidades del Partido de la Costa donde los imputados, al prestar declaración indagatoria, manifestaban su intención de declarar contra personal policial”.
En esas declaraciones los acusados en las respectivas causas apuntaban contra las mismas personas. “Se sospecha que les pedían dinero a cambio de darles cobertura o no caerles con allanamientos. Las comunicaciones eran personales, entre los policías y los extorsionados, y también a través de terceros. Plantaban drogas”, comentó a Infobae un investigador.
El primero en advertir esta irregularidad fue el abogado de uno de los imputados en esas falsas causas. El modo de operar de los policías era pedir a la Justicia órdenes de allanamiento y al hacerlos efectivos aparecían drogas. “Eso ocurría incluso con presencia judicial en los allanamientos. Evidentemente se las rebuscaban para de alguna manera plantar las drogas”, explicó un investigador.
La fuente contó que esto ocurrió al menos en tres procedimientos con personas detenidas por tenencia con fines de comercialización. En cada caso, a pesar de que los imputados no se conocían, había un patrón: aparecía cocaína fraccionada en muy pequeñas cantidades y muy cortada. “Casualmente en todos los procedimientos entre imputados que no se conocían entre sí los envoltorios de cada caso eran idénticos, la cantidad de sustancia también y lo mismo pasaba con la calidad, que fue testeada por nuestros científicos”, detalló.