“El motivo principal es la falta de apoyo a la gobernabilidad, hay falta de acompañamiento de parte del Concejo”, explicó el jefe comunal y agregó que “se vienen temas muy importantes, como el tratamiento del presupuesto, y con este panorama no se va a aprobar”.
La decisión de Hernán Muriale vino como consecuencia de la votación del Concejo Deliberante que, por unanimidad, emitió un pedido de interpelación por la problemática de inseguridad que afecta al distrito.
El intendente sostuvo que “antes de entrar en una crisis», deja el lugar a otro «para que logre el consenso necesario” y, en relación al pedido de interpelación solicitada el jueves pasado por la Comisión de Seguridad, dijo que dialogaron con el Concejo Deliberante, pero «evidentemente una cosa es lo que uno habla y otra es lo que ese cuerpo hace”.
Analizó que esa interpelación “denota una gran agresividad política», más teniendo en cuenta que vienen «trabajando mucho para mejorar la seguridad en Pinamar junto al ministro Alejandro Granados” y detalló que adhieren a la Policía Local y tuvieron «un operativo de verano increíble”.
A raíz de la renuncia de Hernán Muriale, se dará “una semana de transición” con el actual concejal y futuro intendente, Pedro Elizalde, quien coordinará hasta el próximo 1 de septiembre diversas reuniones con funcionarios y directores municipales para “ordenar la asunción” que se concretará oficialmente ese día.
El intendente precisó que en ese municipio “hay una división política muy grande, reflejo de ello es que hay 12 concejales y 7 bloques” y remarcó que “hay demasiada ambición de poder, lo cual perjudica a la gente”.