El intendente de Pinamar, Martín Yeza, envió una carta al Gobierno bonaerense para pedir el regreso a las clases presenciales en el distrito, a pesar de que en la actualidad se encuentran en fase 2.
El jefe Comunal hizo referencia al acompañamiento que realizaron a las medidas tomadas por la Provincia, aunque consideró que la baja de casos de Covid-19 en el distrito amerita el regreso a las aulas.
La nota fue publicada a horas de que se anuncie el cambio de fases de aquellos municipios que muestren una reducción de los contagios.
“La educación pública nace para igualar las posibilidades de las personas que menos tienen con quienes naturalmente nacieron con mayor fortuna, además de mejorar su propia calidad de vida, cultivar su inteligencia, socializar y conocer otras realidades para poder mejorar la suya propia. Lo mismo ocurre con niños que también han tenido mejor fortuna, pero que son niños y también tienen derecho a recibir una educación que le permita encontrar la mejor versión posible de sí mismos”, consideró Yeza.
Tras lo cual argumentó que la “educación virtual” no logró sus objetivos debido a los impedimentos tecnológicos (falta de internet o dispositivos) que afrontan algunos niños. “Así como aún no sabemos cuáles serán los efectos definitivos del coronavirus en las personas, tampoco sabemos qué consecuencias tendrá la falta de educación durante un año y medio para un grueso de la población para la cual acceder a la educación virtual no pudo ser una opción”, consideró.
El Intendente se refirió a la situación sanitaria en el distrito y puntualizó: “Más del 80% de los docentes locales tanto de establecimientos públicos como privados se encuentran vacunados; desde el inicio del ciclo lectivo se han visto afectadas 58 de 893 burbujas totales, poseyendo como secuela 7 contagios efectivos dentro de burbujas de una matrícula de casi 10.000 alumnos regulares”.
A esto le sumó que hubo un “significativo y abrupto descenso en los casos locales” habiendo disminuido “los 548 casos activos del 29 de mayo del corriente, a 422 actuales (12/06/21), manteniendo una ocupación de camas de terapia intensiva no superior al 20%”.
Con todo esto, Yeza consideró que “los riesgos de contagio con la presencialidad escolar son muy bajos en comparación con las pérdidas que genera la suspensión de clases presenciales en términos de aprendizaje, oportunidades de empleo futuro y justicia social”.