El pasado domingo 30 de abril, cerca de las seis de la tarde cuando el tiempo había jugado una mala pasada a los turistas, uno de ello le encontró la vuelta al aburrimiento: pasear con su vehículo por la playa, con una camioneta en la que muchos chicos (obvio sin cinturón) veían como “el hábil” conductor transitaba por las playas de Mar de Ajó y se detenía a ver la bravura de la sudestada de ese día.
Un hecho por demás lamentable, que sólo provoca daño al frente costero, al medio ambiente, abre un espacio de riesgo para los ocupantes de la camioneta y hace educa a los chicos en la desobediencia y la violación de las normas vigentes.