La zona de Samborombón es reconocida por ser una de las extensiones más importantes para la vida silvestre de las pampas y residencia de muchas de las especies de la flora y la fauna de gran valor de conservación como el ombú, el ñandú y el escuerzo (estos últimos amenazados de extinción a nivel global).
Con estos nuevos ingresos, se agranda la Red de Refugios de Vida Silvestre, que cuenta con 18 miembros, abarcando más de 202.000 hectáreas de reservas privadas que trabajan por la conservación de la naturaleza en 11 provincias de Argentina.
Ambos refugios basan su actividad en la cría bovina sobre campo natural con ganadería sustentable. “Es muy auspicioso que los propietarios de campos decidan de manera voluntaria comprometerse con la conservación de su biodiversidad y se interesen en desarrollar modelos de ganadería bajo criterios ambientales”, comentó Alejandra Carminati, coordinadora de Áreas Protegidas Privadas de la Fundación Vida Silvestre.
En tanto, Pablo Nazar, propietario del refugio “Los Ñanduces – San Bernardo” sostiene que “estas acciones para la protección y regeneración de montes y pastizales tiene un gran valor para mi, ya que son bosques autóctonos de cientos de años de antigüedad y están amenazados, pues en la provincia no se legisló todavía cuales van a ser las áreas protegidas”.