El director del Museo de Mar de Ajó, Diego Gambetta, encontró en las playas de La Costa un diente de unos seis centímetros de largo que perteneció a un tiburón prehistórico gigante.
Se trata de una pieza dental de un Megalodón, que significa “diente gigante”, y que según los expertos perteneció a un ejemplar que superaría los 6 metros de largo y las dos toneladas de peso.
Federico Agnolin, investigador adjunto del Conicet, explicó que “Diego Gambetta, director del Museo de Mar de Ajó, descubrió este enorme diente arrojado en la playa”.
“Las investigaciones hechas por un equipo de paleontólogos del Museo Argentino de Ciencias Naturales y la Fundación Azara permitieron saber que se trataba de la especie Carcharocles Megalodón, ni más ni menos que el famoso animal de la película Tiburón”, que dirigió Steven Spielberg y estrenó en 1975, añadió.
“Lo que más se suele hallar de esta especie son los dientes, porque su cuerpo tenía un esqueleto de tipo cartilaginoso. Entonces, es más difícil que se fosilice”, sumó el especialista, doctor en Ciencias Naturales.
Los expertos calculan que el Megalodón tenía entre 15 y 18 metros de longitud, un tamaño impresionante si se lo compara, por ejemplo, con el tiburón blanco viviente, que alcanza los seis metros de largo. Además, su peso habría superado las 50 toneladas.
En este caso, por las características del diente hallado, que tiene unos seis centímetros de longitud, se estima que el ejemplar podría ser juvenil, no un adulto ya desarrollado.
Agnolin subrayó que “lo que tiene el mar es que, así como arranca los fósiles del lecho marino y los tira a la playa, luego se los vuelve a llevar y los tira de vuelta. Así sucesivamente, por lo que los restos suelen estar muy destruidos” y señaló que “este ejemplar estaba ‘limpio’, no había que removerle la roca, como con otros fósiles, y en muy buen estado”.
“La gente, cuando camina por la costa, junta piedritas o caracoles, sin siquiera imaginarse que muchos de esos elementos tienen millones de años de antigüedad. Está bueno concientizar a la gente sobre ese aspecto y que, si encuentra algo interesante, debe llevarlo al museo más cercano. Nos han llegado a traer, también de la costa, el húmero de una ballena franca, de unos 80 centímetros de altura. Son hallazgos sumamente interesantes”, concluyó el investigador.