Las medidas tomadas por el Gobierno nacional impactan directamente en la sociedad y ya se sienten en el Partido de La Costa tal es el caso del precio de la carne que pasó a costar un promedio de 8 mil pesos el kilo.
En diálogo con Costa de Noticias, Héctor Bim, propietario de Carnicería Don Américo de Las Toninas, dio detalles de la situación actual y consideró que las medidas “benefician al productor, a los frigoríficos exportadores, pero al pueblo lo arruina”.
En este sentido, agregó: “Vos tenés un frigorífico clase 2 que son los exportadores, en vez de venderme un peceto a mí en 6 mil pesos lo vas a vender afuera a 150 dólares. Entiendo que les convenga vender afuera en dólares. Está bueno que abran las exportaciones, pero estaría bueno también que haya una equidad. Por ejemplo, si tenés dos vacas permitir exportar una, es decir, vender primero una mitad en el mercado interno y el resto al exterior. Yo no estoy en contra del campo o de los frigoríficos, pero tenemos que pensar primero en nuestros hijos, en Argentina”.
Al referirse a los precios que se están manejando, detalló: “Estaba vendiendo los cortes entre 4.800 y 5.400 hace dos días. Hoy los que estaban 4.800 los tuve que poner a 7.800 como por ejemplo el kilo de asado; los que estaban 5.400 a 8.400, por ejemplo el peceto está 8.200. En promedio, el kilo de carne hoy está 8 mil pesos. El pollo aumentó de 25 mil a 28 mil el cajón; el cerdo aumentó casi un 40%. El kilo de milanesas de pollo está 3.500 pesos y estaba 2.500. Aumentó todo, los insumos, las bolas, las bandejas, los condimentos”.
Con este panorama, el comerciante expresó: “Yo tengo una buena clientela, pero más de uno huye despavorido. A partir de hoy que aumenté la carne también le aumenté a mis empleados porque yo me pongo en el lugar de los trabajadores. Si la carne aumenta 3 mil pesos el kilo yo tengo que darles un aumento proporcional a ellos. La realidad es que voy a vender menos, pero ya estoy empezando a pagar más de salarios”.
Para finalizar, manifestó: “Estamos todos muy angustiados, hay desesperación, incertidumbre, preocupación. Hoy la gente está dudando si puede comprar un litro de leche para sus hijos. Yo en invierno pago 350 mil pesos, no sé cómo vamos a hacer, siempre pagamos los de abajo. Está bueno que Argentina salga al mundo, pero con otra regulación”.