El Gobierno nacional decidió elevar los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), una suba que se trasladará directamente al precio del litro de nafta y gasoil a partir de este sábado 1° de junio, por lo que el salto del precio podría llegar hasta el 20%.
Mediante el decreto 466, publicado este martes en el Boletín Oficial que lleva las firmas de Milei, el exjefe de Gabinete, Nicolás Posse y el ministro de Economía, Luis Caputo, el Ejecutivo estableció un nuevo cronograma para subir los impuestos fijados para los combustibles virgen.
De esta manera, entre el 1 y el 30 de junio se aplicarán las subas a esos tributos por el cuarto trimestre de 2023 y al primer trimestre de este año.
Cabe recordar que el 1° de junio vence la prórroga del mencionado tributo, y el Ejecutivo tenía que decidir si continuaba con el congelamiento dispuesto a fines de abril o si volvía a actualizarlo de acuerdo a la inflación.
El argumento que se utilizó para postergar el incremento al ICL en mayo tenía que ver con “estimular el crecimiento garantizando un sendero fiscal sostenible”.
Sin embargo, ahora la cartera a cargo de Caputo dispuso la actualización del tributo que tendrá un trasladado a la nafta y el gasoil en surtidores -de YPF, Shell, Axion y Puma Energy– con efectos en la inflación.
En lo que va de 2024, los precios de las naftas y el gasoil acumulan un alza de 57% promedio. Si se confirma que las petroleras trasladarán esta suba de impuestos a los precios el aumento desde junio girará en torno al 20%.