«Tuvimos un principio de reunión para comenzar a debatir el tema. La semana entrante ya va estar el precio de esta temporada. Estamos ante una situación particular, el sector vive hoy un panorama especial. Este año nos tomamos más tiempo para definir precios», admitió la titular de la Cámara de Concesionarios de Playa y dueña del balneario Luz de Luna, Alejandra Baratcharte, ubicado sobre el paseo 140, al sur de la ciudad.
Durante el verano 2013-2014 se aplicó un aumento promedio sobre la tarifa de entre un 20 y un 25% y mucha sombra quedó sin alquilarse, algo que impactó de lleno en la economía final de los operadores que se dedican al rubro y que deben vivir todo el año de la ganancia obtenida en, a lo sumo, 50 días de explosión turística.
«Hay exceso de oferta con relación a la demanda. Tomamos muy en cuenta los costos, que hoy no están todos bien claros. Estamos esperando definiciones para aumentar lo razonable», agregó la operadora aunque admitió que, si se concreta el aumento, el mismo seguramente «va a ser mucho menor a los 25 a 30% de otros rubros que siguen el índice de inflación».
Para la representante del sector, la que viene será una temporada muy dura a la que habrá que aplicarle mucha improvisación para sacarle el mayor rédito económico posible. «Hay un exceso de oferta, estamos viendo que será una temporada que vamos a tener que trabajarla bastante», remarcó en relación al pálpito de verano.
Incluso, algunos sectores de la playa ya están hablando, con real preocupación, en no aumentar en relación al verano pasado. No quieren que la gente deje de lado un servicio importante y necesario pero prescindible y que de a poco va perdiendo adeptos. Si se aumenta la tarifa y la situación económica no es buena, se corre el riesgo de quedarse sin inquilinos y la temporada pasaría a ser mala, algo que no se puede remontar bajando después los valores.
A modo de referencia, durante la temporada pasada, una carpa valía en promedio 350 pesos por día, una semana algo más de 2400 pesos, la quincena cerca de 4000 y el mes 7000. No son precios desorbitados pero el panorama económico desalienta la inversión y el confort por parte de los visitantes.
«Hay buscar no deteriorar el servicio, eso sería el límite. La Cámara sugiere, se basa en datos reales, se basa en consensos, después cada empresario define. Hoy por hoy, la situación está diciendo que hay que rever la situación», puntualizó Baratcharte.
Fuente: sectorinformativo.com