Con la llegada del calor comienzan a verse ofidios en las zonas agrestes por lo que es importante tomar los recaudos necesarios al momento de elegir los lugares para realizar caminatas, como también conocer los pasos a seguir en caso de ser mordidos por una víbora.
En diálogo con Costa de Noticias, Martin Schripsema, guardaparque del Parque Nacional Campos del Tuyú explicó: “De las especies de ofidios que son peligrosas para el hombre la que podemos encontrar es la Yarará de la Cruz o la Yarará Ñata son ponzoñosas y son a las que tenemos que prestar atención al momento de estar en zonas agrestes ya que el veneno nos puede complicar bastante. Los animales están en los lugares que nosotros usamos para recreación por lo que la posibilidad de encontrarlos es bastante alta. La recomendación que damos es que a la hora de transitar las zonas de cangrejales, canales o pastizales usar el calzado adecuado, que en este caso serían las botas de goma porque de esta forma está protegida la zona baja del cuerpo que es el lugar donde la picadura es más probable”.
Asimismo, remarcó que “es probable que al transitar la choquemos, la víbora no va a salir al acecho de la persona sino que es muy probable que una se la encuentre, entonces si uno la pisa y la serpiente se siente amenazada es posible que quiera picar. En caso de una mordedura de serpiente se recomienda asistir rápidamente a un centro de salud donde se le va a aplicar un suero antiofídico que se encuentra en los hospitales”.
Sobre los pasos que se deben seguir, puntualizó: “La herida se trata como cualquier herida normal, se pone un desinfectante y se tapa. Sin desesperarse hay que ir hasta el centro asistencial. En Argentina hay tres sueros antiofídicos diferentes porque tenemos tres especies venenosas que son las Yarará, las Corales y la Cascabel. En esta zona se encuentran comúnmente las Yarará, en otros lugares es importante identificar qué víbora provocó la herida para aplicar el suero correspondiente. Una recomendación es que se pueda sacar una foto a la serpiente, llamar al 107 para avisar de la situación y dirigirse en un vehículo hasta el centro de salud, no caminar o correr porque eso provoca una mayor circulación de la sangre”.
En este sentido, el Guardaparque hizo hincapié en que “no hay un tiempo determinado, eso depende de cuánto veneno inoculó la víbora, si fue en invierno que estuvo invernando la concentración de veneno es mayor, si ya había mordido antes parte del veneno ya lo había inoculado en otro individuo”.
Sobre la forma de identificar a las serpientes venenosas, apuntó: “La Yarará de la Cruz tiene un dibujo característico como si fuera una sucesión de medialunas en todo el cuerpo. Hay que tratar de circular con atención en las zonas agrestes y también tratar de no molestar a los animales porque no es un veneno que te va a matar pero puede dejar consecuencias a largo plazo que pueden afectar la calidad de vida, como por ejemplo problemas renales”.